Del inspirador discurso que Steve Jobs dio en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford, en el año 2005 -que recomiendo encarecidamente que se lea o se escuche-, quiero destacar un pasaje, que trata de lo que él llamó “connecting the dots” – unir los puntos.
[…] Por supuesto, era imposible conectar los puntos mirando hacia adelante cuando estaba en la universidad, pero estaba muy, muy claro mirando hacia atrás 10 años después. De nuevo, no se pueden unir los puntos mirando hacia adelante. Sólo puedes conectarlos mirando hacia atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna manera en tu futuro. Tienes que confiar en algo, en tu instinto, en el destino, en la vida, en el karma, en lo que sea, porque creer que los puntos se conectarán en el camino te dará la confianza para seguir tu corazón, incluso cuando te lleve fuera del camino trillado, y eso marcará la diferencia.
Hay eventos aislados, sucesos, que de por sí no significan nada, pero cuando los observas en perspectiva y analizas otras cosas que pasaron antes, durante, a consecuencia de, o incluso mucho después, a veces todo cobra un nuevo sentido y puedes unir los puntos.
Pero aquí Steve Jobs habla de esperanza.
Habla de cómo lo que haces ahora tendrá -o puede tener- sentido en un futuro. Aunque aún no se lo veas. Que confíes. Que perseveres si crees en ello.
Tiene razón.
Toda.
No le voy a llevar la contraria, ni se me ocurriría favorecer que aparezcan nubarrones en el futuro de nadie, faltaría más.
PERO, la experiencia nos debe dar sabiduría.
Y la experiencia me dice que debemos utilizar esa misma fe y esa misma fuerza cuando lo que se intuya sea OSCURO.
Toma ventaja.
Si ves que nadie ve más allá de lo evidente, si observas que disentir está mal visto aunque tus motivos sean nobles, si percibes que se valora el movimiento aunque se carezca de RUMBO, no esperes mucho a unir los puntos, porque estás delante del coctel infalible para eso en lo que estés embarcado, sea lo que sea, FRACASE.
NO TE ACOMODES y sal pitando.
Nos veremos más adelante, en el camino, que la vida sigue y sigue mejor.
STAY HUNGRY, STAY FOOLISH
Steve Jobs murió de cáncer el 5 de octubre de 2011, hace justo hoy 11 años, día que escribí este artículo. Que sirva como homenaje.