Habituación

 

La manera más habitual de no ver alguna cosa consiste en verla demasiadas veces


Esta frase, de la que no encontré la fuente original, aunque aquí se la atribuyen a Jorge García, resume perfectamente espíritu de este artículo:

Llega un momento en el que lo que ves (o vives) por repetido, te empieza a pasar desapercibido. Te acostumbras.

Un ejemplo reciente, me ocurrió al llevar mi pequeño horno microondas a reparar.
En su ubicación habitual, a la que ya estoy acostumbrado, me pasaba desapercibido, era “el microondas”; pero al verlo en un mostrador, con un técnico delante, lo vi amarillento, sucio, avejentado… era distinto

Tenía este artículo medio preparado, en barbecho, como tantos otros.
Uno de esos que tienes esbozado, para rematar y lanzar en cualquier momento.
La casualidad hizo que hace unos días, ya semanas,  Sergio sacase un artículo tratando lo mismo, aunque de otra forma.
Es el cuento de El Pastor Mentiroso (a.k.a. Pedro y el Lobo, incorrectamente)

Este mecanismo, que hace que algo que sucede con frecuencia, con demasiada frecuencia, aunque al principio resulte llamativo, nos acabe pasando desapercibido se denomina HABITUACIÓN.

La habituación es una forma de aprendizaje en el que una respuesta innata a un estímulo disminuye tras presentaciones repetidas o prolongadas de dicho estímulo.
Es decir ante un estímulo repetido, la respuesta es cada vez menos intensa.
Al igual que en la interiorización de hábitos, este aprendizaje también deja huella neuronal:

La habituación se ha demostrado en casi todas las especies animales y, al menos, en una especie vegetal […] Los cambios en la transmisión sináptica que se producen durante la habituación han sido bien caracterizados en el reflejo de retirada de las branquias y el sifón de la Aplysia.

En el día a día observamos como lo frecuente se nos convierte en habitual y nos deja de llamar la atención.
Nos habituamos a olores, a ruidos, a imágenes, a vivencias… 

En cierto modo acabamos volviendo insensibles.
Cada vez necesitaremos que el  estímulo sea más llamativo, más estridente, único; deberá ser algo que lo diferencie para captar nuestra atención, especialmente hoy día que hay miles de reclamos al mismo tiempo.
Esto en psicología se denomina TOLERANCIA. Cada vez el estímulo debe ser mayor para llegar a producir el mismo efecto.

Y como no, se produce la siguiente paradoja.

La búsqueda de lo “único”, de lo que destaca, es tan generalizada, que se acaba convirtiendo en lo habitual, en lo frecuente.
Buscando salirse de la norma, lo extravagante se acaba convirtiendo en la nueva norma.
Esto afortunadamente facilita que haya reductos (benditos reductos) en los que lo diferente , lo que destaca, lo que se valora, es la reflexión, lo pausado, la argumentación, el debate, “lo que deja poso”

No es difícil formar parte de ello, está en nuestra mano.
Basta con mirar más pa dentro y menos pa fuera